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PAUTAS PARA VOLUNTARIOS Y OPERADORES DE PERRERAS, REFUGIOS Y GUARDERÍAS
PRIORIDADES EN GUARDERIA
SEGURIDAD DE LOS PERROS
Antes de todo tenemos que vigilar para mantener a todos los perros en la más total seguridad: cada lesión, cada herida tiene consecuencias enormemente negativas:
Gastos veterinarios (consulta, medicamentos…)
Perdida de tiempo (recursos muy escasos!) para gestionar la recuperación
Trauma e impacto comportamental en los perros implicados (miedo, agresividad…)
Impacto negativo en los voluntarios (disminución de la autoestima, miedo a trabajar con los mismos perros…)
PREVENIR LESIONES OCASIONADAS POR PELEAS ENTRE ELLOS
• EN EL PATIO
Máximo cuidado en juntar a perros de jaulas diferentes durante la salida en el patio (y controlar también a los que están juntos en la misma jaula, que no se demuestren conflictivos si sueltos en el patio) – antes cualquier duda mejor tener separados (mejor que pasen menos tiempo en el patio pero sin tensión, ni riesgo)
Evitar cualquier juego o comportamiento que excite mucho a los perros (correr sin parar, saltar, chillar, moverse rápidamente)
Interrumpir distrayendo y eventualmente separando a perros que durante el juego se muestren demasiado excitados (gruñidos, ladrados, jadeos, saltos, golpes con las caderas…)
Evitar que compitan por algo (muy importante- los perros en refugios no tienen nada, así que cualquier cosa puede ser valiosa y merecer que se peleen por ella: caricias, atención del voluntario, juegos, pelotas, piedras, trozos de madera, ¡hasta perseguir un lagarto que pasa por ahí puede llevar a una pelea!)
No ofrecer directamente juegos/comida/caricias… si están los dos muy cerca uno al otro; interrumpirlos si se han fijado todos en una misma cosa (distraerlos, llamarlos, pasar entre ellos…)
Cuidado si se tiran juegos, pelotas, etc. para que los cojan: igual si se tiran varios, todos irán a por el mismo juguete
Evitar juegos demasiado “cinéticos” (tira y afloja, saltar, correr atrás del perro y viceversa...) los juegos muy rápidos excitan muchos y pueden llevar al perro a descontrolar su energía.
• EN LA JAULA
(el sentido de las pautas en la jaula es lo mismo que de las en el patio)
Máximo cuidado en juntar en la misma jaula (más cuidado todavía si son dos machos) – antes cualquier duda mejor tener separados
Si comparten jaula: tener cuidado al momento de la comida (si uno se acerca al cuenco del otro puede ocurrir una pelea: dejar comer por separado o atarlos en la jaula mientras que comen)
Si comparten jaula no dejar juegos u objetos en la jaula: no importa si dejamos uno cada uno, ¡siempre interesa lo que le interesa a otro!
• EN GENERAL
Habrá que tener mucho cuidado cuando se entra o se sale de una jaula o de un pasillo para evitar que uno de los perros se escape y se cruce con otro.
Hay una regla de oro que vale en todas las guarderías: “puerta que se abre, puerta que se cierra”.
Es decir que cada hueco por donde se puedan escapar los perros tiene que permanecer cerrado, da igual si solo entramos en la jaula para poner el cuenco: se abre, se entra, se cierra, se pone el cuenco, se abre, se sale, se cierra otra vez.
Lo mismo cuando entramos para sacar a un perro de paseo: se abre, se entra, se le ata a la correa, se abre, se sale, se cierra otra vez. Y otra vez así cuando volvemos y lo dejamos en su jaula.
PREVENIR LESIONES OCASIONADAS POR OBJETOS
• Nunca tirar piedras para que las cojan, interrumpirlos si cogen una y la mascan (muy a menudo se la tragan y se pueden fácilmente romper los dientes)
• No dejar a su alcance nada que se pueda romper en trozos pequeños (se los tragan o pueden ocasionar heridas en la boca): peluches, objetos con relleno, piezas de madera (se rompen en astillas y se clavan en el paladar o en las encías y si lo tragan se pueden perforar órganos internos)
• Nunca dejar que jueguen con botellas de plástico: INCANDO LOS DIENTES EL PLASTICO SE ROM- PE Y ES AFILADO COMO UN CUCHILLO
PREVENIR LESIONES A LOS VOLUNTARIOS
Tenemos que evitar a toda costa que un perro muerda a una persona:
Puede fijarse como comportamiento habitual para la solución de situaciones de conflicto o como estrategia para defenderse en caso de miedo y lo repetirá en el futuro Si pasa en su nueva familia se lo devolverán de inmediato y será un perro “sellado” como peligroso y nadie querrá saber de él.
• Evitar excitar demasiado a los perros mientras que estén en la jaula y en general cuando interactuamos con ellos (chillar, hacer movimientos rápidos o bruscos, mover muchos los brazos y las manos cerca de la cara del perro)
• Muchas de las agresiones ocurren por miedo:
Aunque un perro no sea considerado “miedoso”, hay gestos que pueden fácilmente asustar a un perro y hacer que reaccione: acercarse de golpe a su cara/cabeza, llegar por atrás sin que nos vea, tocarle las partes posteriores sin que se lo espere, tocarles las patas, las orejas, la boca, hacer movimientos rápidos o bruscos, mover muchos los brazos y las manos cerca de la cara, intentar cogerle de los brazos…
Regañar a un perro gritando, levantando la voz, poniéndonos agresivos con la postura del cuerpo (no hablamos de golpearle de ninguna manera porque’ damos por sentado que nunca, pero que nunca, hay que golpear a un perro, ni con las manos, ni con los pies, ni con ningún tipo de objeto, duro o suave que sea)
Forzar a un perro miedoso al contacto físico: si un perro tiene miedo intentara’ alejarse de nosotros. Si no lo consigue (por ejemplo en jaula) y seguimos acercándonos a él, emitirá todos lo señales que conoce para que nos paremos (girar la cabeza, lamerse el hocico, bostezar, gruñir, sacar los dientes…).
Si eso no sirve, se defenderá’ mordiendo. No hay que acercarse a un perro que sabemos sea miedoso: si aprende que sus avisos no sirven de nada, al final aprenderá a reaccionar directamente de manera agresiva sin emitir ninguna señal (porque en general el mordisco sirve de inmediato para alejar a la persona de él). Para trabajar el miedo hay que seguir las pautas de un profesional, así que si no estáis involucrados en el equipo de trabajo para su rehabilitación, mejor ignorar al perro y pasar de él como si no estuviera presente.
Si ya hay un equipo trabajando con un perro miedoso y quieres colaborar, contacta con los responsables: es un trabajo muy complejo e interesante y siempre hacen falta voluntarios que ayuden a lo largo del camino
• Evitar competir con un perro para la posesión de algo: no jugar a tirar un trapo u otro juguete que tenga en la boca, nunca intentar quitárselo de la boca con la fuerza (es decir que si el perro quiere que lo lanzamos para que lo recoja, tiene que dejar el juguete a nuestros pies o en la mano. Si no lo hace, no hay juego y lo ignoramos).
Si tenemos que quitárselo para que vuelva en su jaula, hacemos un cambio: le ofrecemos algo diferente para que suelte (una golosina, su cuenco de comida…) y en cuanto lo suelta lo recogemos (sin regañarlo porque no lo ha soltado antes: hay que decirle muy bien por haberlo soltado, antes o después no importa!)
MEDICAMENTOS Y SUPUESTOS PROBLEMAS MÉDICOS
• Adoptar un sistema de comunicación de los tratamientos entre todos los voluntarios que tienen que administrárselos a los perros para que no hayan faltas, errores o duplicaciones. (pizarra de los medicamentos con nombre perro, nombre medicamento, cantidad y horario de suministración; mantener un cuaderno de actividades diarias donde, junto a todas las demás notas del turno, se apuntara’ también quien ha dato medicamento, a cual perro, fecha, hora etc.)
• Prestar atención que el perro se trague el medicamento y no lo escupa al cabo de un rato (¡son muy listos!)
• Prestar atención a si un perro sigue con malas heces o demuestra inapetencia varios días seguidos... hay que alertar a un responsable antes de cualquier supuesto problema físico para que la veterinaria pueda echar un vistazo
Para garantizar la seguridad de nuestros perros es necesaria la colaboración de todos y cualquier aporte es muy valioso.
Por lo tanto es muy importante que cualquier voluntario se entere de un problema, por lo pequeño que le parezca, avise a un responsable y lo apunte en el cuaderno de las actividades diarias como “nota”.
Por ejemplo habría que avisar en caso de heridas o supuestos problemas médicos (garrapatas, pulgas, cojear, problemas en los ojos, lamerse o rascarse mucho, tos, estornudos, voz más baja o rauca…), así como relatar episodios de gruñidos, peleas, miedo y cualquier otro comportamiento os parezca extraño o no habitual.
REDUCIR EL NIVEL DE ESTRÉS
Hay que tener presente que el estrés no puede ser eliminada por completo en perros que viven en guardería. Lo que si podemos hacer es intentar reducirlo al máximo y proporcionar a nuestros perros una calidad de vida que sea la más alta posible dadas las circunstancias.
El estrés es la consecuencia más visible de
• Estar encerrados largo tiempo en un espacio pequeño, a veces compartiendo forzadamente este espacio (actividad física muy baja) y pasar largas horas sin interactuar con nadie.
Los perros son seres sociables, solos se aburren (de eso el lamerse de manera compulsiva algunas zonas del cuerpo, el ladrar sin parar, el andar en círculo en la jaula, el morder su cama y destruir objetos…)
Tenemos que interactuar con los perros para que no pierdan la acostumbre de relacionarse con los seres humanos: si le proporcionamos unos minutos de caricias, de juego, de actividades compartidas estarán agradecidos y lo demostraran mostrándose menos ansiosos cuando nos vamos
En cuanto sea posible (o sea en el respeto de su seguridad), dejarles jugar sueltos en el patio con otros perros. La actividad física es importante y aún más lo es que mantengan un buen nivel de sociabilidad con otros perros.
En caso de que un perro salga solo por motivos de incompatibilidad, se aconseja al voluntario que lo controla que este’ siempre en movimiento en el patio, para estimular al perro a moverse de un lado para el otro Llevarle de paseo al exterior de la guardería: ver el mundo, los coches que pasan, saludar a las personas que encuentran (mejor evitar acercarse a otros perros desconocidos), olfatear… todo eso cansa mucho más que correr en el patio porque añade variedad a su experiencias, y también es bueno que practiquen el paseo con correa para que aprendan a non tirar cuando serán adoptados
(Para eso se aconseja a los responsables de la guardería que organicen una o más sesiones de formación con un profesional, para que todos los voluntarios aprendan las pautas fundamentales de la educación canina, entre ellas el paseo con correa)
• Tener pocos estímulos para que el cerebro pueda centrarse en alguna actividad.
Muy a menudo lo único que hacen fuera de la jaula es estar en el patio sin tener nada especial que hacer (los voluntario se sientan, hablan entre ellos o a lo mejor les acarician, pero no ofrecen mucho estímulos, que digamos…)
Todas actividades nuevas son retos y necesitan energía para gastar: juegos de activación mental, de problem solving (resolución de problemas), búsquedas y rastreos, ejercicios de educación básica… bajan la ansiedad porque además de pasar un rato divertido, le obligan a centrarse y trabajar de cerebro cansa mucho
Hay que proporcionarle actividades que favorecen un estado de calma: ejercicios de relajación hay muchos y un profesional puede dedicar una sesión de formación a los voluntarios para que descubran unos cuanto truquillos…
• Transmitirse ansiedad uno a otro: un perro ladra y ladran todos, un perro se asusta y el estrés se propaga de jaula en jaula. Tenemos que acordarnos que los perros son muy sensibles y el estado de ánimo de uno puede afectar a todos los demás.
Por esa razón hay que tener mucho cuidado a no crear más estrés mientras que trabajemos en la guardería:
Si estamos fuera de la jaula, evitamos de excitar a los perros que están dentro golpeando la puerta con objetos (cepillo, fregona, cubos…), chillando de un sitio a otro para que nuestros compañeros nos escuchen, hablando a los perros que desde dentro están ladrando y saltando (gritar “calla”, “basta”, “ahora vengo”, “yo también te quiero”, “hola mi amor” … añade solo confusión y ruido y causa más stress aunque lo digamos con la intención de calmarlos…)
Trabajamos centrados: no ir de arriba abajo sin necesidad, no dejar caer cosas, evitar los ruidos innecesarios, no correr, hacer las cosa con calma
PREPARAR A NUESTROS PERROS PARA LA VIDA EN FAMILIA
El fin último de todo nuestro trabajo tiene que ser una feliz y prospera adopción.
Para conseguir que el perro sea acogido definitivamente en su nuevo hogar, tenemos que proporcionarle to- das las herramientas necesarias a vivir en familia, porque un perro complicadito no le gusta a nadie, mientras que un perrito que se porta bien y te hace caso fuera y en casa, le encanta a todo el mundo.
Mientras que los voluntarios trabajamos en la guardería, son muchas las cosas que podemos enseñar a nuestros perros: cada interacción que tenemos con ellos, se puede aprovechar para que aprendan algo.
Es decir que el trabajo del día a día puede en si servir de entrenamiento, siempre y cuando, por supuesto, sea bien organizado y los voluntarios dispongan de unas cuantas pautas básicas que seguir.
…… el resto es todavía WORK IN PROGRESS…. Hablaremos de cómo enseñarle a
No tener miedo a las personas
No saltar encima para saludar o a la hora de comer Sentarse, tumbarse, dar la pata…
Venir cuando se le llama por su nombre No tirar de la correa
Apreciar las caricias
No tener miedo a los objetos extraños (paragua, carritos, maletas…) No ladrar para llamar la atención
… y otras cositas más...